La gestión de la comunicación de crisis es la capacidad de una organización de reducir o prever los factores de riesgo e incertidumbre respecto al futuro y capacitarse para asumir de manera rápida y eficaz las acciones de comunicación necesarias que contribuyan a reducir o eliminar los efectos negativos que una crisis provoca sobre la imagen y la reputación de una empresa o institución.
Reducir dichos factores de riesgo depende de investigar y realizar una monitorización constante de los hechos, las opiniones, lo que se comenta en redes sociales, lo que se recibe en los "formularios de contacto", lo que se publica y comenta en los medios de comunicación.
El riesgo o la tentación de parte de los organismos, instituciones emisoras de la comunicaciones es pecar de emitir mensajes "jerárquicos", incurrir en el vicio de la minimización con explicaciones superficiales y de poca sustancia.
Un deber de la institución inmersa en la crisis es ofrecer respuestas y soluciones ante el problemas, dar apoyo a las personas afectadas. Ofrecer información veraz, rápida y que confluya por cauces efectivos. No olvidar que las personas, ciudadanos, clientes son su mayor activo.
Un deber de la institución inmersa en la crisis es ofrecer respuestas y soluciones ante el problemas, dar apoyo a las personas afectadas. Ofrecer información veraz, rápida y que confluya por cauces efectivos. No olvidar que las personas, ciudadanos, clientes son su mayor activo.